“No podemos borrar el dolor, pero somos libres de aceptar lo que somos y lo que nos han hecho, y avanzar.”

Viaje a Avalon: uno de los mejores regalos que una mujer puede hacerse en esta mitad de la vida.

Letras que me visten: porque hay historias como Victoria, que nos recuerda que la voz es memoria, refugio y también destino.

Hoy desde mi nuevo espacio y rutinas, conectada con un poder que he aprendido a integrar en mi vida: el poder de imaginar....

Letras que me visten: porque hay historias que nos devuelven una parte de lo que somos… aunque no lo supiéramos.

Un espacio para hablar de lo que los libros me hacen sentir, pensar, recordar. Y creo que ahora, más que nunca, ese espacio merece existir.

2024, un viaje profundo y transformador, un renacimiento que ha traído consigo logros tangibles y huellas invisibles, pero imborrables.

Un viaje de soltar, recordar y abrazar lo que permanece en el alma cuando todo cambia. Lo esencial nunca se va, solo se transforma.

Hay objetos que nos conectan y nos llevan a soñar. A veces, solo al verlos, sentimos cómo las emociones despiertan dentro de nosotros.

Lo único que puedo decir del 2017 es que fue el año en el que más aprendí a decir GRACIAS.

Hoy, desde esta ventana, prestada pero mía por ahora, me pregunto: ¿cuántas ventanas tenemos en la vida?

Vengo de la sonrisa de esos dos padres en la foto.....