“La originalidad está en la mirada”
- Ivonne Casado
- 2 abr
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 9 abr
Los nombres de Feliza – Juan Gabriel Vásquez
Letras que me visten
Este libro fue una de las últimas lecturas con @lasdelbookclub y, sinceramente, fue una experiencia que me sorprendió, me tocó, me llevó. Me llevó por las calles de Bogotá —la ciudad donde nací y aunque la dejé muy niña, es donde vivo hace más de 30 años — y bueno, además (y con un suspiro atravesado), me trasladó a París, como en un viaje de la imaginación, donde las letras eran las guías y la memoria, el vehículo.
Confieso que no conocía mucho sobre Feliza Bursztyn, y fue justamente eso lo que hizo esta lectura tan fascinante: descubrirla a través de la mirada de un autor que admiro profundamente desde hace años, desde que leí El ruido de las cosas al caer.
Juan Gabriel Vásquez tiene una pluma que no se parece a ninguna otra. Tiene esa habilidad de tomar lo conocido y devolverlo transformado, visto desde un ángulo que nunca yo hubiera contemplado. Como si me dijera: “eso que creías entender, míralo de nuevo, porque hay algo más”.
En sus propias palabras, como lo escuché hace algunos días, define la originalidad como:
“Decirnos algo sobre lo que somos los seres humanos en palabras que nunca se hayan usado.”
Y eso es justamente lo que logra en este libro.
Los nombres de Feliza no es una biografía, ni una novela tradicional. Es un homenaje. A la mirada. Al arte. A la mujer. A la ciudad. Es un recorrido íntimo por la historia y la memoria, contado desde una voz que no impone, pero sí acompaña.
Que no grita, pero sí despierta. Y que, al menos en mi caso, me invitó a mirar a Feliza -y a su historia- desde otro lugar.
Para mí fue también un viaje interior: uno que me reconectó con Bogotá, con esa ciudad que a veces damos por sentada, pero que está llena de huellas vivas como las de Feliza. Una mujer que transformó el arte, que incomodó, que propuso. Que estuvo, pero que también, a mi juicio fue olvidada.
Este libro me dejó con ganas de seguir explorando. No solo a Feliza, sino esa parte de la historia que se cuenta en letras. Me recordó que el arte —como la vida— necesita de una mirada atenta, sensible y sin prisa para poder ser comprendido.
Y por eso, este libro se suma con fuerza a Letras que me visten: porque hay historias que nos devuelven una parte de lo que somos… aunque no lo supiéramos.
✨ Como embajadora de la FILBo 2025, me emociona que Juan Gabriel Vásquez y Feliza Bursztyn, a través de esta historia, sean parte de esta conversación, de este despertar cultural que se vivirá en la feria.
Y desde este rincón íntimo, te invito a viajar con tu mirada, con tu alma… y con las palabras que también pueden ser vestido.
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