"Quien cuenta la historia le da forma"
- Ivonne Casado
- 22 abr
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 29 abr
Viaje a Avalon – Jean Shinoda Bolen
Letras que me visten

Hay libros que no solo se leen.
Hay libros que se caminan.
Que se dejan en la mesita de noche como quien deja un amuleto encendido.
Libros que abren portales.
Viaje a Avalon, de Jean Shinoda Bolen, fue eso para mí: un umbral hacia un tiempo más hondo. Una invitación a volver a casa… a la casa interior que solo se descubre cuando ya hemos vivido lo suficiente para escuchar.
Lo leí a mis 50, y no podría haber llegado en mejor momento. Además de recibirlo como un regalo de una amiga muy especial, fue simbólicamente un gran regalo para mí, uno de esos verdaderos, que no vienen envueltos en papel sino en resonancias.
Y por eso lo nombro así: uno de los mejores regalos que una mujer puede hacerse en esta mitad de la vida.
En cada página sentí como si alguien —una sabia, una madre, una hermana mayor del alma— me tomara de la mano para recordarme que la madurez también puede ser un altar. Que hay caminos invisibles que solo pueden recorrerse cuando una se atreve a mirarse por dentro, a volver a encender el misterio.
Jean Shinoda Bolen no cuenta un viaje turístico, ni siquiera un viaje espiritual convencional. Me fue llevando con ella por la Catedral de Chartres, Glastonbury, Iona, Findhorn, pero también por sus propias transiciones en la mediana edad, por sus decisiones como madre, por su camino luego del divorcio, por su feminidad encarnada y su fuego sacerdotal.
Y al hacerlo, me llevó también a mis propias transiciones.
En los próximos días estaré por volar a muchos kilómetros de mi casa en un viaje muy especial en pareja, en este amor consciente desde el cual nos elegimos cada día, y mientras escribo estas palabras, hablando de viajes, viene a mí este Viaje a Avalon que ya me permito habitar.
Lo he caminado página a página y que me acompaña cada vez que confío más en mi intuición, cada vez que me permito no saber con la mente, sino sentir con el cuerpo, con la tierra, con mi voz.
Este libro me recordó que el arquetipo de la mujer sabia no es un destino lejano, es una memoria que puedo activar en mí. Y que cuando lo femenino se nombra con respeto, sin culpa ni sometimiento, algo se reordena por dentro, algo florece, no importa la temporada del año en la que estemos.
Hay frases de Jean que subrayé como si fueran mantras. Algunas me leyeron por dentro, como esta:
"Me encuentro en un momento de liminalidad, de tránsito entre dos épocas de mi vida, cuando me estoy aventurando psicológicamente a traspasar los límites de ‘mi mundo conocido’, respondiendo a una llamada para vivir mi vida de forma más auténtica, aunque ello me cause conflictos e incertidumbre."
¿No es eso lo que muchas de nosotras estamos sintiendo a esta altura del camino?
Yo lo viví en silencio durante años. Y hoy puedo nombrarlo como parte de mi nuevo proyecto del alma. Porque sí, IntegraMENTE nació desde esa liminalidad: desde ese umbral donde la vida me pedía soltar el molde y abrazar la voz.
Y entonces, también esta otra frase de Bolen se volvió espejo:
"Una persona sólo responderá a la llamada de la aventura o del amor, y a las lecciones que inevitablemente comportarán estas experiencias, cuando esté disponible."
Estar disponible.
Disponerse.
Disponerse a ser canal, a ser fuego, a ser mujer que recuerda.
Esa soy hoy.
Y por eso este libro me viste.
El viaje a Avalon entra a Letras que me visten como uno de esos textos que no solo iluminan…sino que consagran.Y mientras me preparo para volar, sé, con certeza, que mi viaje es también una forma de volver a mí.
Porque quien cuenta la historia… le da forma.
✨ Y ya que estoy compartiendo libros que nos transforman, te invito también a sumergirte en la energía de la FILBo 2025, que arranca el 25 de abril.
Este año la feria nos recuerda que el cuerpo, la palabra y la memoria femenina también escriben historia.
Tal vez ahí —entre libros, voces y símbolos— encuentres el inicio de tu propio viaje a Avalon.
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