-Una historia sobre imágenes invisibles, corazones que laten luz, y deseos que no eran imposibles-

No siempre nuestra mente sabe cuándo un texto tiene que ser leído, pero nuestro cuerpo lo sabe, nuestra voz sí que lo sabe y es como ese día, yo también lo supe.

Llevo días y días dándole vueltas a cómo nos vemos a nosotros mismos … ¿qué sentimos cuando nos vemos frente a un espejo?

Y pasa que hay días en los que tu corazón sonríe, aunque tus labios no se muevan...

Constancia, disciplina y amor propio hacen parte del ARTE de amARTE…

sí, ese es el ARTE… Ese ARTE de amARTE, de poder conocerte, de saber quién eres.

Agradecida por cada mirada, por esos momentos que me hicieron sentir viva, por las palabras que pude oír y por aquellas que pude leer.