Y... esas pequeñas cosas
- Ivonne Casado
- 1 jun 2015
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 23 abr
(Diminutas a veces, pero inmensas en emoción)

Y... cuando sientes que necesitas escaparte de la realidad, aunque sea por un momento.
Y... cuando anhelas un abrazo fuerte, de esos que te hacen olvidar por un instante cada preocupación y responsabilidad, porque solo quieres sentir protección y calor.
Y... cuando descubres que el sabor más dulce puede ser mejor con dos gotas de limón.
Y... cuando conectas con alguien sin necesidad de palabras, porque esa persona sabe lo que piensas y sientes con solo mirarte a los ojos.
Y... cuando no importa cuánto tiempo lleves sin ver a alguien, porque al reencontrarse es como si se hubieran visto ayer.
Y... cuando entre más hueles a alguien, más lo deseas cerca.
Y... cuando quieres detener el tiempo, como si el mundo se paralizara afuera, y solo quedaras tú sintiendo.
Y... cuando un beso puede cambiar tu vida en un segundo.
Y... cuando la música te conecta con lo más profundo de ti.
Y... cuando el silencio también se convierte en un refugio de paz.
Y... cuando recuerdas una historia de hace 20 años y te ríes igual que la primera vez.
Y... cuando puedes llorar y liberar todo lo que llevas dentro.
Y... cuando un suspiro ahogado en la garganta se convierte en un gemido de emoción.
Y... cuando eres capaz de mostrar tu corazón desnudo, sin temor alguno.
Y... tantas cosas más, que parecen diminutas —como yo—, pero que al llenarte de emoción te susurran quiénes son aquellos que llevas contigo para siempre.
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