Durante muchos años creí que había que elegir entre lo que amaba y lo que funcionaba. Entre lo que me hacía vibrar… y lo que daba resultado. Y sin darme cuenta, me fui acomodando en un mundo donde el aplauso externo pesaba más que la voz interna.

hoy, hablo desde el profundo placer que he encontrado al escucharme, al ir a mi interior y, desde ahí, conectar con el exterior

Durante una conferencia, uno de los participantes comentó que mis comités de Diversidad e Inclusión eran como un Flower Power Girl.

La vida, el amor y la pérdida a través de fotografías que guardan recuerdos eternos. Un viaje de aceptación, paz y la magia de recordar.

Hoy, desde esta ventana, prestada pero mía por ahora, me pregunto: ¿cuántas ventanas tenemos en la vida?

Cuando un rayo de sol nos muestra la magnitud de la creación, al mismo tiempo podemos sentir lo pequeños y frágiles que somos.