Liderar sin el alma en pausa.
- Ivonne Casado
- 11 jun
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 14 jul
IntegraMENTE: Entre Dos Mundos

¿Y si no estuvieras sola en lo que sientes?
Hay momentos en los que algo dentro de ti empieza a hablar con más fuerza. Quizás es porque, después de tanto andar, de tanto cumplir, de tanto demostrar, la pregunta aparece:
¿Esto es todo?
Y no, no tiene que ver con ingratitud. Tú has sido de las que agradecen. De las que se quedan hasta tarde cuando toca, de las que dan la milla extra aunque nadie lo pida, de las que logran, cumplen, construyen.
Pero hay un silencio que no se llena con resultados. Uno que aparece justo cuando todo afuera parece estar bien. Uno que se siente como un cansancio que no se quita durmiendo, o como una tristeza que no se explica con razones.
Y entonces, entre todo lo que sostienes, surge una duda que incomoda:
¿Dónde me perdí a mí misma… mientras sostenía todo lo demás?
No es algo que se diga en voz alta. Porque nos enseñaron a no incomodar. Porque las emociones eran para los domingos o para cuando “ya haya tiempo”. Porque, en ciertos entornos, sentir parecía ser sinónimo de debilidad.
Pero tú lo sabes. Sentir también es una forma de liderazgo. Y escuchar(te) es el acto más radical que puedes practicar.
Hoy, muchas mujeres brillantes —como tú— siguen liderando estructuras que no fueron hechas para sus cuerpos ni para sus almas. Siguen hablando con voces que aprendieron, pero que no las representan. Siguen brillando… pero con el alma en pausa.
Y no, a veces no es que estés perdida. Es que llevas demasiado tiempo caminando con un vestido que ya no te queda. Uno que te enseñaron a usar para ser reconocida, para pertenecer, para cumplir.
Y funcionó. Claro que sí. Con ese vestido lograste mucho. Te respetaron. Te aplaudieron. Te buscaron. Pero en el silencio de los días… hay algo que ya no puedes evitar: ese eco interno que te recuerda que hay una parte tuya que quedó atrás.
No es que no seas exitosa. Es que intuyes que algo de ti —más esencial, más tuyo, más vivo— está esperando ser recordado.
Y no, no hablo de soltarlo todo y empezar de cero. Hablo de mirar tu historia sin filtros, sin vergüenza, sin “deberías”. Porque no hay transformación sin mirada honesta. Y no hay liderazgo real sin integridad interna.
Esta edición no es sobre mí. Es sobre ti, mujer que lees esto mientras sostienes mundos. Tú, que sabes lo que es tener que demostrar más. Tú, que alguna vez pensaste que llorar te quitaba fuerza. Tú, que has sido luz para otros… mientras tú misma te apagabas de a poco.
Hoy quiero que sepas que no estás sola. Que hay una forma distinta de habitarte. Que recordar no es volver al pasado. Es volver a ti. Es mirar de frente lo que fuiste… Sostener con amor lo que eres…
Y elegir con consciencia en quién quieres convertirte.
No para ser perfecta. Sino para volver a ser hogar.
Te abrazo entre dos mundos. Desde esta voz que no olvida lo que duele… pero que sabe que eso también se puede volver fuego que ilumina.
Gracias por estar. Gracias por seguir caminando conmigo, incluso cuando sientes tu alma en pausa.
Nos seguimos encontrando, IntegraMENTE, entre dos mundos.
Ivonne Casado Experta en Empoderamiento | Vocera de Magia Interior y Autenticidad CEO – Chief Empowerment Officer, IntegraMENTE
Acompaño a mujeres —y a los hombres que resuenan con este mensaje— que sienten que han perdido su autenticidad, atrapados en roles y expectativas que los alejan de su esencia, a soltar lo que les limita, recordar quiénes son IntegraMENTE, con poder, libertad y coherencia.
Comentarios