top of page
Logos hotmart_Mesa de trabajo 1 copia.png

La Magia de Elegirnos Siempre

  • Foto del escritor: Ivonne Casado
    Ivonne Casado
  • 14 feb
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 9 abr


La vida está llena de coincidencias, pero hay algunas que parecen tan perfectas que nos hacen detenernos un momento y pensar: “Esto es la magia misma del universo”. Y hoy, con todo mi corazón, quiero compartir la más hermosa coincidencia que la vida me ha regalado: mi amor, Jose.


Hoy, al mirar atrás, veo cómo cada paso que dimos, cada elección, nos trajo hasta este momento, un sí que resuena profundamente en mi alma. No es solo un sí legal, no es solo un contrato que firmamos, sino un sí que llevamos en el corazón, que hemos reafirmado miles de veces en este caminar que decidimos recorrer juntos. Este sí no es solo un momento en el calendario; es la consecuencia de todos esos “sí” que dijimos antes, en todos esos pequeños y grandes momentos que nos han unido.


Hace años, con mi cuaderno lleno de listas, con mis deseos escritos en checkboxes y metas que cumplir, nunca imaginé que la clave de mi vida estaría en soltar el control, en Despojarme, Recordar mi verdadera esencia y desde ahí, permitir que algo más grande que yo tomara las riendas. Fue un día, cuando finalmente dejé mi cuaderno en blanco, que sentí la verdadera magia. Decidí, por primera vez, no hacer una lista de lo que quería encontrar, sino simplemente Encontrar y Sentir lo que estaba destinado a llegar. Y llegó él, Jose, con una presencia tan genuina que no pude sino rendirme a la verdad de que este sí era el camino.


Y claro, como en todas las historias de amor, también tuvimos nuestros días difíciles, esos momentos en los que la inercia y el confort de lo conocido me hacían dudar de lo nuevo. En esos días, aprendí que a veces no se trata de accionar sin cesar, sino de poder estar en la tierra, enraizarse, sostener lo que se tiene. Y eso fue lo que encontramos: la verdadera magia, que no solo está en la acción, sino también en la quietud, en estar presentes el uno para el otro, sin prisas, sin expectativas. Hoy, al mirar esta historia de amor, siento una profunda gratitud por cada paso dado, por cada conversación, por cada sonrisa compartida. La historia que estamos escribiendo no es solo nuestra, es la historia de cada uno de nosotros, de lo que hemos aprendido juntos y de lo que hemos elegido seguir construyendo. Porque en nuestra relación no hay un fin, solo un presente continuo de decisiones, de momentos, de síes.


Y si hablamos de magia, quiero resaltar algo que es imposible no notar: la sincronía perfecta que ha acompañado todo este proceso. Desde el momento en que decidimos dar este paso legalmente, que mágicamente fue el 14 de febrero, día de San Valentín. ¡Qué hermosa coincidencia! Es como si el universo nos estuviera celebrando, reconociendo el amor que hemos construido, y al mismo tiempo, dándonos un recordatorio de que el amor no solo es una celebración del corazón, sino también un reconocimiento a todo lo que hemos creado juntos. No solo, ese día nos eligió a nosotros, sino que fue el día que, con una pequeña dosis de presión, encontramos como el más adecuado para reafirmar nuestro compromiso.


Y es en esos momentos que me doy cuenta de lo mágico que es realmente vivir desde la sincronía, desde la conexión con lo que está alineado. Cada pieza de nuestra historia se encaja como un rompecabezas perfecto, y me siento agradecida por estar aquí, viviendo este amor que es auténtico, que es puro, que es nuestra más hermosa coincidencia.


Otro detalle que no quiero dejar de mencionar es lo que representamos el uno para el otro. Y en este sentido, la torta que compartimos en este día es un símbolo perfecto de lo que somos: no solo dos seres que se complementan, sino dos almas que honran sus propias esencias. En la torta, en ese hermoso diseño que simboliza nuestra unión, está nuestra huella: él con su medalla de correr, algo que lo conecta con su energía y su pasión; y yo, con un libro, que representa ese amor por el conocimiento, por la búsqueda de lo invisible. En este símbolo, podemos ver que no necesitamos ser uno para ser el otro; al contrario, nos encontramos porque somos completos, porque cada uno se honra en su esencia y se elige desde lo más profundo.


La coincidencia no termina ahí. En ese mismo día, en ese mismo momento, cuando nos unimos en matrimonio, celebramos la magia de la vida, esa que no necesita ser forzada,

esa que simplemente llega cuando estamos dispuestos a abrir el corazón y dejar que las cosas fluyan. Y en ese flujo, elegimos ser nosotros mismos, y elegirnos el uno al otro, cada día. Esas son las verdaderas coincidencias que nos muestran que no estamos solos, que el universo conspira a nuestro favor cuando elegimos ser auténticos, cuando decidimos vivir desde la esencia.


Así, Jose y yo seguimos, como siempre, eligiéndonos, y agradezco al universo por esta maravillosa coincidencia que me ha dado la oportunidad de vivir este amor consciente, este amor que no solo nos conecta a nosotros, sino que se irradia hacia todo lo que tocamos. Porque ahora sé que la magia está en todo, que no hay casualidades, solo conexiones divinas que nos invitan a vivir con consciencia, con autenticidad, y con amor. Y a todos los que eligen caminar este camino, les invito a dejarse guiar por esa magia, por esa sincronía que solo el universo sabe ofrecer.


Mi Pocholo lindo, te siento hoy, te elijo, te amo, y te agradezco. Gracias por ser mi compañero en este viaje y por darme la oportunidad de construir contigo esta historia que sigue escribiéndose con cada paso que damos.


Y sí, la más hermosa coincidencia de mi vida, es ser la elegida por ti, cada día en este camino de amor consciente.

Comments


bottom of page