Conectada con el asombro y gratitud de ser mamá
- Ivonne Casado
- 17 may 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 10 abr

Hoy ha sido un Día de la Madre distinto a los últimos 16 que he vivido. En medio de esta temporada de confinamiento, que, como leí en estas semanas, en lugar de significar un "encierro", nos invita a unirnos, a conectar en comunidad y a vivir el límite del tiempo como una acción transformadora, hoy me siento profundamente conmovida, asombrada y agradecida.
Después de unas semanas que me han permitido reconectarme con mi esencia, volver a mi ser, y alinearme con mis pasiones y propósito, puedo decir que este Día de la Madre ha sido el más revelador de todos.
Hoy me honra poder servir como mamá de mis hijos, verlos crecer, leer sus palabras, esas que me hacen llorar de alegría cada vez que las leo (las dejo al final de este post*). Puedo ver mi reflejo en sus ojos cada día, y sin darme cuenta, este servicio me ha llevado a descubrir una nueva faceta de mí misma, como me dijo anoche una de mis coachees: "ser mamá del mundo y poder dar luz, alegría y amor donde voy". Y así, me siento coherente con mi misión, tanto desde mi rol como mamá, como mujer, hija y líder.
Recientemente escribí un post sobre el "flower power girl", y este año las flores han sido protagonistas, no solo las que recibí de mis hijos, sino también otras flores que llegaron de personas muy especiales. Algunas las llevo por siempre en mi corazón, otras llegaron hace poco, pero me han dado la oportunidad de estar a su servicio. Así que, hoy, decido seguir soñando y ser esa "madre del mundo", conectada con mi poder, con mi capacidad de dar, abriéndome a la belleza de este mundo y atreviéndome a explorar cada día las preguntas que me siguen guiando en mi camino de servicio.
Hoy me reconozco en mi pasión, en la fuerza creadora de ser mamá, dadora de vida y servicio, iluminando desde este lugar. No es casualidad que haya elegido a Hestia / Vesta (la diosa mitológica del fuego, el hogar y las emociones) como guía en mi camino de servicio. Ella me recuerda todos los días el verdadero sentido de mi vida, sin importar el rol que esté asumiendo.
Nota al pie: "Durante 14 y 16 años hemos crecido como los niños más afortunados del mundo, porque tenemos el privilegio de tener una mamá como tú. Cada día que pasa, nos sorprende la persona maravillosa que eres. Todo lo lindo del universo se refleja en ti: una mujer admirable y una madre sin igual, que llena nuestras vidas de felicidad. Gracias por ser la mejor mamá del mundo, la que todos sueñan, la que todos anhelan, pero que solo nosotros somos afortunados de tener. Te amamos, David y Lucy.”
Comments