A mi papá
- Ivonne Casado
- 21 jun 2015
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 23 abr
Ayer recordaba algo que leí alguna vez: que los niños que dicen “papá” antes que “mamá” suelen ser más felices, porque la palabra “mamá” proviene de un vocablo lastimero, ese “maaaa” que parece un llamado de ayuda.

Le pregunté a mi mamá qué palabra dije primero, y aunque ella no lo recordó, hoy quiero darle gracias a Dios por la felicidad que siempre me ha rodeado. Por haberte escogido como mi papá, porque nunca me ha faltado amor, ni una mano que me ayude, ni una palabra de aliento cuando la necesito, ni un regaño cuando también lo he requerido.
Entre risas y lágrimas —y hasta alguna discusión—, llevamos casi 41 años aprendiendo juntos a ser papá e hija (porque nos graduamos el mismo día, ¿no?).
Hoy, de manera particular, este día tiene un significado especial. Desde hace un año, Dios me ha permitido llevar un doble rol. Cada vez que hablo contigo y pienso que, a mis 40 años, tengo la fortuna de contar contigo, volteo a ver a mis pequeños y sé que ellos no podrán llegar a mi edad diciendo lo mismo.
Es en esos momentos cuando comprendo que todo lo que he recibido de ti como papá, de una u otra forma, tengo que transmitirlo a mis hijos, ahora desde mi rol de mamá.
Feliz día del padre, papi. ¡Te amo!
Comments