Que la llama nunca se apague

Hablando de palabras escritas … los últimos meses me han llevado a escucharme, a volver a mi ser mujer, a descubrir y recordar todo lo que desde mi esencia femenina me hace vibrar.

Y, como nada es casualidad, desde mi escucha las palabras han llegado a mí y no solo a mi placer por la lectura sino en el que siento por la escritura y como mi pasión se enciende cuando lo hago. 

En medio de esta escucha y estas letras me encontré con un escritor, mentor, coach, que hoy inspira estas palabras y que llegó a mostrarme no solo el valor de otra mirada, sino que me regaló sus letras, sus historias y la historia de Juana María que hace despertar esa Juana que vive en mí y que no me permito exponer …. y, que después de recorrer cada una de sus páginas me deja este último mensaje a la mujer que soy y que hoy recibo con asombro y gratitud: 

“….. que las anime a levantar la voz y los brazos para abrazar la vida con coraje!”

Y como si fuera poco me regaló esta dedicatoria para que “mi pasión, esa llama que arde en mi mirada, en mi alma, nunca se apague”.

Por eso hoy de nuevo uso las palabras para volver  a recordar que “fuego he venido a traer a la tierra, quiero que arda sin descansar”