Una reseña desde mis huellas
- Ivonne Casado
- 24 ago
- 2 Min. de lectura
Mujeres que corren con los lobos – Clarissa Pinkola Estés
Letras que me visten

Mujeres que corren con lobos es una ceremonia. Cada cuento narrado por Clarissa Pinkola Estés es un rito de regreso a lo instintivo, una ofrenda a la memoria profunda de lo femenino, dejando de recorrerla con la mente, para atravesarla con el alma.
Desde la primera vez que lo abrí supe que más allá de un texto para analizar, que también lo es, es como tener en frente a un fuego para dejarme transformar. Lo conservo lleno de post-its, frases subrayadas y páginas gastadas, porque cada historia encendió en mí una pregunta y me entregó una respuesta distinta: ¿quién era yo antes de ponerme los vestidos que otros habían elegido por mí?
En este libro, Clarissa, psicoanalista y narradora, nos invita a escuchar los mitos como medicina. A través de leyendas, cuentos y relatos de distintas culturas, revela arquetipos femeninos que duermen en nuestra psique, esperando ser despertados y así devolvernos al cuerpo, a la intuición, al ritmo ancestral de lo salvaje.
Su mensaje es claro: dentro de cada mujer habita una loba, y cuando esa loba corre libre, el alma respira.
Las zapatillas rojas: el hambre del alma
Entre los relatos que más me han marcado está el de Las Zapatillas Rojas. Una joven, fascinada por unos zapatos brillantes, los calza y comienza a bailar sin descanso. Pronto descubre que no puede detenerse: los zapatos la arrastran a una danza frenética que consume su vida.
Este mito habla del hambre del alma mal encauzado: de cómo podemos perder la libertad persiguiendo brillos falsos, éxitos ajenos o espejismos que prometen gozo inmediato y solo traen vacío.
Yo también llevé esas zapatillas: los logros corporativos, la perfección impecable, la fortaleza sin fisuras. Brillaba afuera mientras dentro me apagaba.
Del brillo vacío a la danza auténtica
Por eso este mito está tan vivo en mi método DRESS y en Despójate. Porque me recuerda que la verdadera libertad comienza cuando reconocemos que esas zapatillas nunca fueron nuestras, que necesitamos descalzarnos, pisar la tierra y volver a sentir el suelo.
Ese gesto —despojarse— abre la posibilidad de elegir de nuevo. No los zapatos que nos atan, sino aquellos que nos permiten caminar ligeras, incluso danzar descalzas, vestidas de nosotras mismas.
📚 Mujeres que corren con lobos entra a Letras que me visten" , más que una lectura, como un ritual al que siempre se puede volver:
Nos recuerda que la intuición no es adorno, es brújula.
Nos enseña a honrar los ciclos, los duelos y las pérdidas como parte del camino.
Nos devuelve al deseo genuino, ese que no compite ni mendiga, sino que crea y nutre.
Es un texto que acompaña como lo hacen las ancianas en los cuentos: hablándonos al oído verdades que duelen y liberan.
Leer a Clarissa es sentarse junto al fuego, es escuchar historias que nos transforman. Es recordar que debajo de los roles, de los disfraces y de las zapatillas rojas, late la loba.
Y cuando esa loba despierta y corre libre, el alma se viste de verdad.
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